Una semana intensa entre cursos de introducción a Montessori para los adultos y aprovechando msi materiales y mi disponibilidad para " Experimentar " con los niños, como lo hizo M. Montessori a su época.
En la única sala libre, pusimos mis materiales. Usamos lo que teníamos como estanterías, en este caso camas . Buscamos en las cocinas utensilios para crear actividades de la vida cotidiana y nos pusimos manos a la obra con algunos alumnos.
Y... El resultado, como siempre fue maravilloso. Son más calmados, más concentrados, trabajan sin parar.
Un pequeño Lorenzo busco la manera de entrar en la sala cuando no había nadie para seguir trabajando. Se subió a una silla y abrió la puerta.
Desde entonces, no para de preguntar cuando esta la " doctora" para venir. Decidió que era una doctora. Doctora del corazón.
Bruno, el niño tímido que nunca hablaba, no para de hablar y es quien muestra los materiales a sus compañeros de más edad.
Emma, la niña de 2 años que siempre lloraba, viene riéndose.
Y solamente son pequeños ejemplos...
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