Mi visita al pueblo de Tolar Grande y el volcán dónde se descubrieron
los niños Incas.
Hace dos años visite por primera vez el Museo Arqueológico de
Alta Montaña de Salta. Allí, conocí a la “niña del Rayo”. Me pareció escucharla
susurrarme algo al oído. Volviendo a casa, verifique lo que había escuchado y
descubrí algo fascinante… El volcán Llullaillaco, visto desde el cielo, muestra
varios dibujos.
Un año y algunos meses más tarde, volví al museo y esta vez,
el “ niño” fue quien me recibió. Me pareció escucharle contarme lo importante que era observar en qué posición miraban cada niño.
Con esos dos datos, empecé a redactar un cuento: “ Anahí y
el vuelo del Cóndor”.
Mi sueño al acabar el cuento era presentarlo en el mismo
museo y también a la escuela del pueblo más cercano al volcán.
Y así fue…
El día 11 de diciembre 2019, presente el cuento en la sala
justo debajo de dónde están los tres niños. Fue realmente hermoso. Hicimos un
pequeño ritual entre todos los participantes, una niña toco el pututo, la niña
protagonista del cuento expreso
teatralmente lo que leía y acabamos todos juntos cantando y bailando
emocionados.
El domingo 15 de diciembre de 2019, Nick, de la empresa
Poncho Tours y su mujer me ayudaron a llegar a la escuela de Tolar Grande . Me
acompaño Florinda, la profesora de arte del pueblo de Nazareno.
Después de casi 12 horas de ruta sin asfaltar, llegamos…
AL día siguiente, madrugamos todos para llegar al pie del volcán
a regalar el cuento. Nos acompañó también Julio Cruz, Cacique de los Kollas. El
cual aprobó mi cuento. Juntos subimos al
campamento base a dar las gracias, pedir protección y regalar el cuento. Los
tres, Florinda, Julio y yo acabamos abrazados de la emoción al sentir que el
violento viento paraba para escucharnos.
El martes, era la última parte, visitar la escuela.
Empezamos con una reunión con el director. Muy amable,
respondió a todas las preguntas. Es uno más de esos docentes de vocación.
Dispuestos a estar a centenares de km de su familia para poder brindar lo mejor
a los jóvenes. Y por si fuese poco, los niños de Tolar Grande tienen las mismas
vacaciones que los estudiantes del hemisferio norte. Efectivamente sus largas
vacaciones las tienen en invierno cuando puede llegar a 20 grados bajo cero. Cuando
su mujer e hijo (también docente) tienen las vacaciones de verano del
hemisferio sur. Es decir que ni siquiera pueden compartir vacaciones.
La escuela empieza con el levantamiento de la bandera
cantando el himno nacional. Niños de un lado, niñas del otro.
Saludos a los maestros.
Y entramos.
En total son 40 alumnos de primaria y 10 de secundaria.
La escuela es bella, grande, luminosa.
El día empieza con el desayuno. Luego vamos a las aulas y
trabajan hasta el mediodía. Se les ofrece un servicio de comedir y por la tarde
antes de irse a casa una merienda. Sobre las 16h30 pueden irse a casa. Bien
nutridos en todos los sentidos.
El cuento… Lo tiene el director con la promesa de enseñarlo
a los alumnos a la vuelta de las cortas pero merecidas vacaciones de verano.
¡Que siga la aventura!
No hay comentarios:
Publicar un comentario