Descubrimiento personal

En un momento dado me dí cuenta de que mi hijo no mostraba interés por determinados materiales, con lo interesantes que a mi me parecían y lo que me había costado hacerlos.

Sin embargo, le presenté un par de materiales (las tablas de Seguin y el soporte para perlas) en los que además de la dificultad intelectual (en la que yo como adulta me fijaba siempre) venía añadido la dificultad manual. Y entonces es cuando me dí cuenta de que la primera atracción para él era la dificultad manual. Era lo que le llamaba al juego, era el reto en sí. Esto le hacía concentrarse de tal manera, que la dificultad 'intelectual' quedaba en un segundo plano.

Quizá en un futuro, cuando tenga otro tipo de madurez, sea capaz de jugar llamado solamente por la curiosidad de su mente, pero de momento, el enganchar las perlas en el soporte le parece tan estimulante, que su mente soluciona rapidamente que tira de perlas corresponde a cada número, sólo para complementar el colgarlas en sí.

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