Estábamos nerviosos, pues nadie sabía qué noticias contenía nuestro tarro, solo sabíamos que eran buenas.
Entre todas las noticias, había un "avioncito". Correspondía a Celine, una fantástica maestra que visitó nuestro cole en este mes. Su buena noticia era esta:
"Mi buena noticia: soy la más feliz del mundo porque estoy compartiendo mis emociones, mi alegría con niños y niñas que me respetan. Gracias".
Conocí a Celine a principios de octubre. Es guía Montessori y, tuve la oportunidad de realizar uno de sus cursos en Sevilla. Su magia y sensibilidad fueron un regalo que ahora yo intento hacer llegar a mis alumnos y alumnas.
En un silencio admirador, fuimos leyendo cada una de las noticias: ir a comprar solo, el nacimiento de un primo, el tío de una niña ha encontrado trabajo, cocinar una tortilla por primera vez, la recuperación de una abuela...
Ahora, el tarro está vacío de nuevo. Está esperando todas las buenas noticias de noviembre.
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