El curso vivencial Montessori fue una oportunidad única de poder practicar con los materiales, vivir la filosofía Montessori, charlar y debatir sobre la educación y sobre todo reconciliarnos con nuestro niño/ niña interior.
Gracias a la escuela Nahuel Huapi por dejarnos la escuela, gracias a todos los participantes por entregaros.
Como dijo Martin: " este curso fue la oportunidad de des-enpolvar las alas y seguir volando hacia una educación para la paz. "
Y fue para mi un honor seguir sembrando en los niños grandes y pequeños del mundo mi alegría por vivir, mi pasión por Montessori y mis aventuras.
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