Este fin de semana pudimos desaprender lo aprendido y volver a aprender juntas lo que es el respeto, el disfrute, el amor a través de la filosofía y los materiales Montessori.
La primavera nos regalo la visita de una libélula.
Y nos regalo risas y sonrisas de nuestros niños interiores.
Volvimos a sentir lo que es convivir y compartir.
VIVIR EL PRESENTE.
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